Este es un trabajo muy antiguo.
Tuve que resolverlo en unas pocas horas, así que me lancé directamente. Era para una tienda de acceso a Internet y querían a alguien navegando por la red con cara de entusiasmo.Cambiamos el concepto de “navegar” por uno más espacial, poniéndolo flotando, como atraído por el flujo de información.
Ojo al toque del ratón.
Como digo, me llevó apenas unas horas, (tuve que darle el color directo con acuarela), lo gracioso es que tal vez por esa inmediatez es un dibujo que sigo poniendo en el book porque, como pasa con el del viejo marino de Oquendo, suele gustar mucho a los directores artísticos, que se fijan más en el que en dibujos que me llevaron semanas.
A veces pienso que debería currármelo menos y entonces rentabilizaría esto de ilustrar.
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