viernes, 3 de junio de 2011

Maria,retrato infantil

Una cosa que me suelen pedir son retratos de infantes.
El trabajo es si cabe doblemente delicado. Son muy pocos los rasgos que tienen marcados, y hay que trabajarlos con mucha delicadeza, por lo que el bolígrafo directo no parece la técnica más acertada, pero lo cierto es que la gratificación es doble.
La pena es que al ser un trabajo tan fino (el Boli apenas debe tocar el papel para sombrear), los tonos más suaves están en el original, pero son imposibles de reproducir a menos que oscurezcas mucho la copia, con lo que quitas parte de la gracia del original.
No obstante en el original mola, porque el ojo capta todo el volumen y sin embargo está viendo básicamente las líneas  principales, como ocurre en la realidad.
Yo suelo pedirle al cliente que, como los detalles a una edad son tan mínimos, pero varían tanto en semanas, me dé un grupo de fotos que varíen en unos 5-6 años y así poder coger todo el espectro de la niñez y sus cambios.

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