lunes, 9 de diciembre de 2013

Stewart Granger

A los 37 años Granger (¡que en la realidad se llamaba James Steward¡) estrenó la imagen por la que iba a pasar a la posteridad, “Las minas del rey Salomón”. Su debut en Hollywood, tras toda una carrera en su Inglaterra natal, no pudo ser mejor. Ingresó en la historia  de hollywood mediante un grupo de películas que son ya clásicos del genero de aventuras. En varias ocasiones se le reprochó su falta de talento, pero fue uno de los galanes más populares de los 50. Refinado, desenvuelto, simpático y varonil se le vio en “Scaramouche” y en “El prisionero de Zenda”.

Famoso como “el aventurero de sienes plateadas”, su carrera fue edificada por completo sobre las espaldas de aventuras con traje de época, siendo último heredero de la noble tradición iniciada por Fairbanks y dotando a sus películas de un aplomo británico y una contagiosa ironía. Destacó también en “Los contrabandistas de Moonfleet” con un personaje cínico, avaricioso y sin escrúpulos tan sólo redimido por su afecto hacia el joven protagonista, que le llevará a la ruina en esta obra maestra de Lang. “Beau Brumnell” resultó un fracaso inexplicable y en “Pasos en la niebla” construyó un gran villano. Pasada rápidamente su época, inició un largo exilio por los estudios europeos que poco más añadieron a una leyenda, la suya, corta pero intensa. 

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