Para ello tuve que realizar primero dos versiones de los cuerpos: una en su momento de perfección física y otra envejecida. Juntarlas dio problemas, pues el cuerpo no solo envejece, sino que varían las alturas y las dimensiones según envejecen. Hubo pues que crear un equilibrio para que el ojo lo entendiera y comprendiese que se trataban de los mismos personajes.
Eso se consiguió al final dándole a la parte rejuvenecida un punto de color.Las figuras de los obreros debían tapar las zonas genitalicias (en ella ya las tapaba la posición de las manos) Añadí a posterior un fondo de papel viejo y arrugado como metáfora del proceso de envejecimiento.
Para reforzar la impresión sobre las dos figuras se elimino el sepia que se había dado a toda la ilustración dejándolo solo en las figuras centrales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario