Gary Cooper

La entrada de Hoy esta dedicada: a María Emegé ( creativitystorm.com/entrevista-maria-emege/), una prometedora ilustradora  a la que tuve el gusto de conocer ayer en el salón del Comic. Da gusto conocer a alguien con tanto talento y con gustos comunes, que además me dio la alegría de cerciorarme de que aún hoy hay gente joven con cultura cinéfila y capacidad para disfrutar del pasado. En un Salón donde hay jóvenes que ya no saben quién es Harrison Ford (¡!) Es agradable ver alguien que coje tu libro y se lanza a buscar a...Gary Cooper!!

Así que esta entrada va para ti.

Era el actor que mejor representaba a los hombres buenos e ingenuos dispuestos a dar su vida por una causa, cuando esta lo merecía, imagen de una America a la altura de su propio ideal moral. Con su 1`95 de altura, su rostro apolíneo y su figura desgarbada le daban un aspecto de hombre integro, tímido, fuerte sin ser duro, cauto, valiente y honesto, que él trasmitía con tremenda facilidad. Su mirada pura le dotaba de una increíble naturalidad interpretativa. Su forma de hablar era lenta, Sus andares ligeramente patosos. Desprendía un magnetismo de alma noble y limpia. Por si fuera poco, tenía fama de superdotado (le apodaban “La mula de Montana”), siendo un mujeriego de mucho cuidado en la vida real. Demostró tener mano para la comedia, sin llegar a la altura de un Grant .Obtuvo tres oscars a lo largo de su carrera. Toda su vida se limitó a ser un reflejo de él mismo. Con unos recursos limitados consiguió encajar en todo tipo de géneros cuando otros se especializaban en uno. Esta encarnación máxima de los valores americanos, murió en 1961  de un cáncer. Todo un mito.